La terapia familiar es la adecuada cuando tenemos conflictos y problemas generados por la misma convivencia familiar. Nuestra vida cambia cuando tenemos hijos y tenemos que reajustar el día a día, a una nueva realidad. Pueden surgir malentendidos entre los padres para ponernos de acuerdo en las pautas educativas o tener formas diferentes de hacer las cosas que repercute en el comportamiento de nuestros hijos. En estos casos, a veces necesitamos un psicólogo que nos ayude a reajustar las normas, pautas educativas y de convivencia y buscar la línea para entendernos mejor entre padres y con los mismos hijos.
En este apartado se incluye la TERAPIA INFANTIL y a JÓVENES, ya que una terapia con niños y jóvenes, de modo directo o indirecto, necesita la implicación de los padres, es decir, de la familia. Puede suceder que los padres tengamos un buen entendimiento educativa y sin embargo nuestros hijos sufran miedos, inseguridades o ciertas problemáticas concretas que pueden ser fruto de la edad o de una situación familiar difícil (terrores nocturnos, rabietas, duelo, pocas ganas de hacer nada …), de las relaciones con sus iguales (consumo de tóxicos, baja autoestima, timidez …) o de dificultades relacionales / de aprendizaje (absentismo escolar, exigencia …) que se han generado en la escuela o el instituto.
En estos casos el trabajo terapéutico principal irá dirigido a estos niños y jóvenes, ya que necesitan su propio espacio para hacer el proceso, pero mantendremos un contacta constante con los padres y necesitaré vuestra implicación para acompañar a tus hijos en su mejora.
